Los puntos se unen

La foto que acompaña este post es en Huacachina, de mi viaje a Perú.

Me considero una de esas personas que piensan que cuando algo ocurre, es porque tenía que ser así, y no de otro modo. A veces me ocurren cosas que digo, “Joder, ¿ahora esto?”, o por lo contrario, “¡Qué guay esto otro!”. Pero más allá de intentar buscar un porqué de lo que ocurre, me digo “vale, perfecto, esto tenía que pasar así”, por mucho que me fastidie (o no!), las cosas son como son y en pocas ocasiones las podemos cambiar. Si nos ocurre esto o lo otro, si tomamos esa decisión, si elegimos aquel camino… es por algo, y aunque en ese momento quizás no lo sepamos, con el paso del tiempo, nos daremos cuenta que todo eso tenía un sentido.

Hace unos años, mientras estaba editando un reportaje de boda, escuché el famoso discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford sobre la conexión de los puntos, y desde entonces, es algo que lo tengo siempre presente. Le llamó la teoría de los puntos, y decía que no podemos conectar los puntos mirando hacia adelante; que solo podemos hacerlo mirando hacia atrás; que hemos de confiar en que los puntos se conectarán de alguna forma en el futuro. Y os digo que es verdad, yo lo creo así, ¡los puntos se unen!